sábado, 10 de diciembre de 2011

LA IGLESIA DE SANTIAGO IV: El relieve de Santiago Matamoros


El relieve de Santiago Matamoros de la iglesia de Santiago de Valladolid es la última entrega de la serie sobre las cuatro obras de arte de dicha iglesia que para mí son más importantes, ya sea por su calidad o peculiaridad. A estas habría que sumar el Santísimo Cristo de las Mercedes.
El relieve, realizado en piedra, se sitúa en la cara central del exterior del ábside de la iglesia de Santiago hay un relieve que representa al apóstol a caballo conforme al tipo iconográfico que se denominad Santiago Matamoros. Está encuadrada por unas molduras que dibujan en su parte superior un arco rebajado, de forma parecida al encuadramiento de escudos de los contrafuertes exteriores del ábside de la iglesia de San Benito. Debajo del relieve hay unas cabezas muy deterioradas, por lo cual apenas se distinguen sus formas. Se han interpretado como las cabezas de los moros que sucumbieron gracias a la ayuda de Santiago. Más que por su calidad, el relieve, interesa por su iconografía todavía poco frecuente por estas fechas y por el sentido del movimiento que se ha desarrollado en la composición.
D. Luis de la Serna capituló en junio de 1498 con la clerecía y feligreses de la iglesia de Santiago para reedificar a su costa la capilla mayor, con la condición de poder utilizarla para enterramiento de su familia. Le dieron la autorización, especificando que se lo concedían porque había hecho ya con su dinero el cuerpo de la iglesia, y porque además, la capilla mayor y la torre se habían caído. Ya antes de haber establecido esta capitulación, el 21 de marzo de 1489 había hecho D. Luis de la Serna una permuta de terreno para disponer de más espacio para edificar la capilla mayor, y el día 26 de abril del mismo año hacía un contrato con Juan de Arandía, maestro de cantería, vecino de Elgoibar, para que después de tirar la torre, capilla y tapias, hiciera otra nueva que llevase en el interior escudos, una inscripción, quince claves de bóveda, y cuatro arcos de sepultura, dos a cada lado, y "en la pared que sale fuera a la calle principal un encasamiento a donde se ha de poner el señor Santiago a caballo". El día 3 de diciembre de 1500 Juan de Arandía dio una carta de pago de haber cobrado los últimos cuarenta mil maravedíes de los 450.000 que costó toda la obra de la capilla. La escultura hubo de realizarse por tanto entre 1498 y 1500.
El estilo coincide con el de la fecha de ejecución. El caballo, representado a galope, lleva los arneses decorados con motivos góticos, y el manto que envuelve el santo y que flota a su espalda presenta un plegado muy abundante y duro formando angulosidades muy marcadas. La espada que blande con la mano derecha es la típica espada de combate medieval, y la gorra provista de la concha de peregrino con la que va tocado corresponde a la moda del momento.
Es difícil identificar su estilo con el de algún escultor conocido. No se advierten puntos de contacto con las del sepulcro de la capilla mayor de la iglesia de San Benito, hecha también por Juan de Arandía, ni con las de San Gregorio y San Pablo, las toras dos fábricas góticas que han sobrevivo hasta la actualidad. La forma de hacer los pliegues, y en particular uno de ellos que tiene forma triangular con el fondo rehundido, se relaciona con el de las figuras del cardenal Mendoza y Santa Elena en la fachada del Colegio de Santa Cruz, pero su calidad es inferior y su estilo diferente.


SI TE INTERESÓ ESTA ENTRADA, CONTINÚA EN:
LA IGLESIA DE SANTIAGO II: El retablo de la Epifanía, de Alonso Berruguete
LA IGLESIA DE SANTIAGO III: Esculturas yacentes de la familia de D. Luis de la Serna


BIBLIOGRAFÍA
  • ARA GIL, Clementina Julia: Escultura gótica en Valladolid y su provincia, Institución Cultura Simancas, Valladolid, 1977.

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