martes, 18 de junio de 2013

EL MUDÉJAR EN TIERRA DE CAMPOS: LA IGLESIA DE SAN GERVASIO Y SAN PROTASIO EN SANTERVÁS DE CAMPOS


En la localidad de Santervás de Campos encontramos una de las iglesias románicas más espectaculares y singulares de la provincia. En el año 1066 la localidad (Santervás de Campos) se conocía con el nombre de Villa Citti, aunque posteriormente la influencia del monasterio benedictino local con advocación a los santos Gervasio y Protasio le llevó a tomar el nombre Santervás, contracción de San Gervasio. Un fenómeno similar al de la villa de Sahagún, cuyo nombre procede de San Facundo (y Primitivo), advocaciones del cenobio al que desde 1130 pertenecerá Santervás.
Precisamente la iglesia está dedicada a los dichos santos Gervasio y Protasio. Del edificio románico hay que destacar su crucero, una torrecilla y los dos ábsides laterales, pues el central es obra pétrea plenamente mudéjar (para Valdés del año 1184 en relación con un taller que trabaja en Sahagún). El resto de construcciones desapareció en reformas posteriores de época barroca. El cambio operado en la cabecera puede explicarse por el hecho de que frente al gran auge constructivo con materiales fundamentalmente pétreos, caros, a veces de larguísima duración a lo largo de todo el Camino de Santiago, el ladrillo resulta un material de fácil utilización, barato y rápido, con grandes ventajas, pues, sobre la pieza.
La iglesia es, en su estado actual y como posible reflejo de la primitiva, basilical de tres naves separadas por pilares, cubiertas con bóvedas de arista. La cabecera está formada por tres capillas cubiertas con cañón y horno sobre arco fajones. La cabecera es, junto a un fragmento de las naves, lo que resta de la primitiva iglesia medieval.
La construcción de la cabecera revela dos sistemas de construcción distintos: la capilla central se levantó en cantería conforme a un trazado románico: ábside de sillería con columnas adosadas y canecillos en el alero. Por el contrario, en el interior de las tres capillas y el exterior de las laterales es una obra de albañiles.
La decoración interior y exterior de las capillas presenta soluciones singulares: junto a las bandas de ladrillos en vertical, frisos de esquinillas y arquerías, aparece un motivo inusual en la albañilería románica que se repetirá en el exterior de la capilla sur. Consta de un vano semicilíndrico en el que se inscribe un medio fuste de columna. El motivo ornamental es extraño en este horizonte cronológico; para encontrar algo que responda a esta función decorativa debe acudirse a las jambas visigodas de Mérida o Toledo. De cronología más cercana son los fustes que decoran los ábsides de la arquitectura altoaragonesa y, ya más tardía, la arquitectura románica de la Saintogne.
El exterior del ábside del evangelio presenta una abigarrada decoración basada en la superposición de dos bandas de arcos ciegos de medio punto doblados, separados por frisos de esquinillas y bandas de verticales, para rematar en el alero con una moldura doble en nacela. En el tramo recto, quizá debido a la inserción de un contrafuerte, se añadieron con posterioridad unos arcos entrecruzados.
Las noticias de esta iglesia datan de 1130, fecha de donación de San Gervasio y Protasio, junto con el pueblo de Santervás, al monasterio de Sahagún, según consta en un documento recogido por Escalona en su Historia del Real Monasterio de Sahagún, donación que se confirma en otro documento del año siguiente.
Los capiteles románicos que corona el ábside apoyan las referencias documentales que relacionan las fechas de donación y la construcción de la iglesia. El capitel de arpías que remata el ábside de San Gervasio y San Protasio repite el modelo de otro aprovechado en un pilar de la capilla de San Mancio, en Sahagún, anterior a 1184. Otros dos del ábside que representan máscaras bifrontes son exactamente iguales a uno que se mantiene aún entre las ruinas del monasterio de San Benito, en Sahagún. Es decir, durante el segundo tercio del siglo XII, el taller de escultura que trabaja en la abadía benedictina es el mismo que esculpió los capiteles románicos de Santervás.
En el interior de la iglesia podemos hallar tres esculturas muy interesantes: Un Crucifijo románico (200 cms.) de finales del siglo XII, de perfil muy movido, que representa a Cristo vivo; otro Crucifijo, esta vez de finales del siglo XVI, con una cabeza de gran calidad y una anatomía muy apurada; y finalmente una escultura gótica de San Juan Bautista (104 cms.), de fecha cercana al año 1500.
BIBLIOGRAFÍA
  • REGUERAS, Fernando y SÁNCHEZ DEL BARRIO, Antonio (coord.): Arte mudéjar en la provincia de Valladolid, Diputación de Valladolid, Valladolid, 2007.

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